A beautiful mind

by | May 12, 2014 | Ciencia

GalileoGalileiEl germen de la ciencia es ese deseo profundo, esa sed insaciable de saber, de entender. Leer historias de científicos no es una simple curiosidad, es importante acercarse a la mente y la osadía de un genio como Galileo Galilei. Amén de todo lo que dejó escrito sobre sus descubrimientos en dinámica, astronomía, entre otros de física y matemáticas, también dejó explícito su desacuerdo con la iglesia en más de un tema, aun cuando muchos han intentado propagar rumores de una supuesta devoción religiosa.

Estimemos sus palabras, muy atrevidas para una época en que contradecir a la iglesia católica era penado con la muerte, de la carta que escribiera a su amiga Ella Diodati el 15 de Enero de 1633, justo antes de ser llevado a juicio por herejía ante el tribunal de la santa inquisición. La cita aparece en el maravilloso libro del físico ruso George Gamow La Biografía de la Física.  La traducción del inglés es de mi autoría. También se puede leer  en el Centro Informático de Andalucía. 

Cuando pregunto: ¿de quién es obra el Sol, la Luna, la Tierra, las estrellas, sus movimientos y disposiciones?, probablemente me dirán que son obra de Dios. Cuando continuo con la pregunta ¿de quién es la Sagrada Escritura?, seguramente me dirán que es fruto del Espíritu Santo, es decir, trabajo de Dios también. Si, ahora, pregunto si el Espíritu Santo usa palabras que son manifiestamente contradictorias con la verdad, con el fin de satisfacer la comprensión de las masas (generalmente sin educación), estoy convencido que me dirán, citando a muchos escritores santificados, que éste es, de hecho, el encargo de la Sagrada Escritura, ya que contiene cientos de pasajes que tomados literalmente no serían más que una herejía y blasfemia, porque en ellos, Dios aparece como un ser lleno de odio, culpa y olvido. Si, ahora, pregunto: Dios, de modo que pueda ser comprendido por las masas, nunca ha alterado sus obras, o bien si la naturaleza, inmutable e inaccesible como lo es según los deseos humanos, siempre ha mantenido el mismo tipo de movimiento, formas y partes del Universo, estoy seguro me dirán que la Luna siempre ha sido esférica, a pesar de que por mucho tiempo fue considerada plana. Para sintetizar todo esto en una frase: Nadie va a sostener que la naturaleza ha cambiado alguna vez con el fin de hacer que sus obras sean apetecibles para los hombres. Si este es el caso, entonces me pregunto ¿por qué es que, con el fin de llegar a una comprensión de las diferentes partes del universo, tenemos que empezar con la investigación de la palabra de Dios, en vez de con su obra? ¿Es, entonces, su obra menos venerable que su palabra? Si alguien señala que es herejía decir que la Tierra se mueve, y si la verificación posterior y los experimentos nos muestran que de hecho lo hacen, ¡qué dificultades no habría de encontrar la iglesia! Si, por el contrario, cada vez que las obras y la palabra no están de acuerdo, tomamos en cuenta la Sagrada Escritura como secundaria, no se verá mal, pues, a menudo se ha modificado para adaptarse a las masas y ha atribuido con frecuencia cualidades falsas a Dios. Por lo tanto debo preguntarme ¿por qué es que insistimos en que cada vez que hablamos del Sol o de la Tierra, la Sagrada Escritura se considera como infalible?

El 22 de junio de 1633, Galileo Galilei, fue obligado a “confesar” arrodillado, frente a los jueces de la iglesia que él siempre ha creído y siempre creerá en las santas escrituras y a retractarse de todas sus observaciones en física que pudieran contradecir lo establecido en los evangelios y por la iglesia católica apostólica y romana. Existe una leyenda en la que Galileo, al final de su discurso frente al tribunal, dice “Eppur si muove!”, “Sin embargo, se mueve”. Según explica Gamow, en su libro, esto no es cierto. Una investigación rápida muestra que efectivamente hay mucha controversia, ver aquí o aquí en el artículo del profesor Darin Hayton. Aparentemente hay poca evidencia plausible de que Galileo realmente haya dicho esto.

Después de haber sido declarado culpable de herejía, Galileo fue confinado a su casa en Arcetri, cerca de Florencia, bajo lo que ahora llamaríamos “arresto domiciliario”. El 08 de enero de 1642 muere, “completamente ciego y cansado de la vida”.

1 Comment

  1. José Alvarez-Cornett

    Hay mucho más sobre Galileo (sobre el Galileo Cortesano que por pisar los hilos del poder fue llevado a la Inquisición y este asunto es más de política que de religión-se usó la Inquisición como castigo político y sobre el Galileo emprendedor, y comerciante de sus inventos). Todas estas interesantes historias las cuenta Mario Biagioli (Historiador de la Ciencia de Harvard) en dos libros Galileo, Courtier: The Practice of Science in the Culture of Absolutism (Science and Its Conceptual Foundations series) , 1994 y Galileo’s Instruments of Credit: Telescopes, Images, Secrecy, 2007.

    Reply

Leave a Reply to José Alvarez-Cornett Cancel reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.

Sobre el Autor:

 Física teórica y escritora experimental. Dejo en este portal artículos de ciencia (no ficción) y textos de ficción…

Post Recientes
Vivir para siempre

Vivir para siempre

vivir para siempre para ser eternamente irrelevante eternamente intrascendente...

Tiempos análogos

Tiempos análogos

El Señor de las moscas le hablaba a Simón cuando mi vientre comenzó a doler....

Alfiler

Alfiler

Como todos los días, me levanto sentada en la cabeza de un alfiler Nunca miro...