El 12 de Noviembre de 2014 será, sin duda, un día para recordar. Esta es la historia de un forastero o de muchos forasteros que nos han visitado desde tiempo inmemorial, causando todo tipo de impresiones y alarmas en todas las civilizaciones. ¿Cómo no sorprendernos por la irrupción en la armonía de los cielos por un objeto extravagántemente vestido con una cola blanca? Siendo parte de ese cosmos que intenta conocerse a si mismo, hemos pretendido correlacionar el paso de los cometas con catástrofes naturales, guerras y otras calamidades, o creado asociaciones religiosas. Esta es una historia que está lejos de culminar, pero que cierra un ciclo. Esos forasteros misteriosos, otrora inalcanzables, ya no lo son tanto pues estamos a punto de, literalmente, anclarnos a uno de ellos.
El registro más antiguo sobre la aparición de un cometa está en la obra China “Libro del príncipe de Huai Nan”, en el año 1057 A.C., que, según cálculos astronómicos, se trata del propio cometa Halley. Babilonios y griegos también registraron cuidadosamente la presencia de cometas, incuso algunos historiadores de la ciencia creen en la posibilidad de que el gran filosofo y cosmólogo Anaxagoras de Clazomanae haya divisado no cualquier cometa, sino al propio Halley. No fue sino hasta 1704 que Edmond Halley se dio cuenta que varias de las apariciones de cometas en el pasado eran, de hecho, el mismo cometa y utilizó las leyes de la dinámica recientemente propuestas por Newton para calcular su órbita y periodicidad.
Ahora sabemos que los cometas son unas grandes masas de hielo sucio compuestos de agua, dióxido de carbono, metano y otros compuestos orgánicos. Los astrofísicos manejan la hipótesis de que los cometas son fósiles de la formación del sistema solar y que están compuestos de material impoluto y preservado a muy bajas temperaturas. Por lo tanto, en ellos podría haber información valiosa sobre el origen y evolución del sistema solar e incluso de la vida. La mayoría habitan en una región más allá de Plutón que se denomina la Nube Oort ((a unos 100.000 UA (Unidades Astronómicas), 1 AU es aproximadamente el promedio de la distancia de la Tierra al Sol, definida exactamente como 150 millones de km)) y que, de vez en cuando, uno de ellos queda atrapado en una órbita alrededor del Sol.
Desde que comenzó la conquista del espacio hemos logrado entrar en contacto con varios asteroides y cometas. Sin embargo, esta es la primera vez que intentaremos viajar en el lomo de uno de ellos durante su paso frente al Sol. La nave espacial Rosetta fue puesta en marcha por la Agencia Espacial Europea, ESA, en una colaboración con la NASA, en marzo de 2004 rumbo a encontrarse con el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko ( o 67P/CG). Diez años más tarde comenzaría la parte más emocionante de su odisea. El 6 de agosto de 2014, en danza de cortejo, Rosetta se acercó cuidadosamente al cometa, a unos 100km de distancia. Desde entonces, cargada con instrumentos especializados, lo estudia cuidadosamente para completar su misión: posicionar un robot, que lleva por nombre Philae, en su superficie.
Después de analizar un espectro de sitios tentativos, los expertos de la Agencia Espacial Europea lograron establecer el sitio para el descenso y lo han bautizado como: Agilkia ((Agilkia es el Nombre de una Isla Egipcia en el Nilo donde está ubicado el templo de Isis)). La nave Rosetta desplegará un laboratorio ambulante que pesa unos 100 kg y va cargado con 10 instrumentos que harán análisis in situ de la composición y propiedades estructurales de la superficie y del núcleo del cometa. En la travesía del 67P/CG por el Sol ambos, Rosetta y Philae, esperan encontrar además de agua y dióxido de carbono, monóxido de carbono, metano, metanol, formaldehído y otros compuestos orgánicos ((Rosetta contiene 11 instrumentos que para la fecha ya han estado haciendo análisis de la composición de la nube de gases y vapores que se desprenden del cometa)).
Momentos críticos. Philae está programado para separarse de Rosetta a las 09:03 UTC el 12 de Noviembre, aunque los eventos y de transmisión en vivo desde desde la Agencia Espacial Europea comienzan a las 8:00pm UTM del 11 de Noviembre. La primera señal durante el descenso se espera al rededor de las 11:03 UTC. La duración del descenso está pautada para 7 horas, con un retraso en la obtención de información de unos 28,5 minutos (el tiempo que tarda la información en llegar desde donde se encuentra Rosetta hoy hasta la Tierra). El cometa 67P/CG es muy pequeñito, tiene aproximadamente 3X5 km de ancho por largo, su superficie es sumamente irregular, ejerce una fuerza de gravedad que es cientos de miles de veces más pequeña que la de la Tierra y está expeliendo gases constantemente. Todo esto dificulta las maniobras que serán sin duda, desde el punto de vista de la ingeniería, una hazaña heroica. Mientras se posiciona, Philae tendrá que desplegar sus instrumentos y necesitará anclarse con un arpón de inmediato para evitar rebotar al espacio. Son momentos de tensión para todos, esperemos que la misión se complete con éxito.
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