En 1912, el físico austriaco Victor Hess, hizo una serie de viajes muy riesgosos en un globo aerostático para estudiar la ionización de la atmósfera. Hasta ese momento, se creía que los átomos de la atmósfera eran ionizados por la radiación de la tierra. Bajo esta premisa, dicha ionización debía disminuir a medida que nos alejamos de la superficie terrestre. Sin embargo, la osada aventura de Hess reveló lo contrario: que la ionización aumenta con la altura. A partir de esta investigación los científicos concluyeron que la atmósfera estaba siendo embestida continuamente por algún tipo de radiación proveniente del espacio exterior. Hess había descubierto a los Rayos Cósmicos. Continua leyendo, o escucha el podcast aquí

Vivir para siempre
vivir para siempre para ser eternamente irrelevante eternamente intrascendente...
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